viernes, 12 de mayo de 2017

QUE PRETENDE NICOLAS MADURO


Por: Juandemaro Querales



¿Por que un régimen asediado por todos los flancos, resiste. Mientras lo que queda de la formalidad del Estado tradicional se desintegra?

Para ganar tiempo y así exigir a la comunidad internacional, ciertas garantías como asilo y sacar parte de la fortuna que poseen de manera ilícita. O simplemente que suba el precio del barril de petróleo. Todo esto puede ser verdad. Cualquier conjetura no satisface nuestra curiosidad.

El fin del modelo del Socialismo del siglo XXI, es indudable, son veinte años de experimento totalitario en la región suramericana, apoyado por la riqueza petrolera de los sauditas de la América andina. Venezuela. La desolada nación caribeña es el último mohicano de un sistema errático y despilfarrador de la riqueza de PDVSA. Debido a la terquedad de Raúl Castro del pusilánime Maduro y su pandilla de forajidos. Hacen lo imposible para no entregar el poder, ya que son fuertes candidatos a ser juzgados por la justicia ordinaria norteamericana por lavado y tráfico de drogas, además en el alto gobierno hay preocupación por la posibilidad de ser procesados en el Tribunal Penal Internacional.

Cualquier analogía, puede guardar relación  con el desaparecido mundo socialista, al final de la guerra fría en la Europa del Este. Rumania, Albania, Polonia, pero más en 1991 con la disolución de la URSS, llevado a cabo por Mijail Gorbachov y su Perestroika.

La tiranía chavista no se irá de un momento a otro. Maduro no es ningún Pérez Jiménez, tampoco Rafael Leónidas “chapita” en la República Dominicana, o Fulgencio Batista en Cuba. Estamos hablando más bien de un Sistema político, estructurado a partir de un modelo híbrido, calcado de satrapías autoritarias, que van desde el Chile de Pinochet, el Perú de Fujimori, el eurocomunismo de Santiago Carrillo y Enrico Berlinguer, todo aderezado con las pamplinas y la sagacidad de un longevo dictador llamado Fidel Castro.

Esperamos que los venezolanos completen la transición con un nuevo Pacto Social, a la manera del Rousseau de la ilustración, alejado del modelo cruento de la Revolución Francesa. Todos esperamos que la comunidad internacional nos acompañen para así evitar un derramamiento de sangre y que se alborote el vecindario latinoamericano.


Mayo de 2017