martes, 17 de abril de 2018

LA FASE TERMINAL DEL MADURISMO



Por: Juandemaro Querales

A pocos días de las Elecciones pautadas para el 20 de mayo de los corrientes, la Satrapía de Nicolás Maduro, no da señales de haber convencido a los venezolanos, que puede relegitimarse sin acudir al fraude, y de que la situación económica pueda mejorar.


Después de veinte años de autoritarismo militarista, Venezuela y la camarilla chavo-madurista, ha entrado en su fase final: sin logros en lo económico, sin base social. Mostrando su cara más horrible: la represión, desempleo, hambre y miseria.

Cualquier hipótesis que manejemos, harán imposible  que el dictador y su pandilla se mantengan gobernando. Hiperinflación, abandono y desaparición de la salud; el hambre a que somete a la mayoría de la población. Este recuento escabroso se le suma la ruina de PDVSA, las sanciones económicas de Estados Unidos y la Comunidad Económica Europea. Para pensar que este modelo hizo metástasis, que su salida del poder es inminente, porque no puede cambiar el modelo económico, sin equipo, sin base social y , aislamiento de la Comunidad internacional, por lo que se avizora una transición a corto plazo, para reconstruir el país con los mejores y aliados extranjeros, que quieren hacerse participe de una reconstrucción inédita en el mundo.

Esta Dictadura esta en una fase terminal, despreciada como el paciente que padece un mal contagioso. Llegó el momento de acometer una transición. Producto de unas Elecciones libres y trasparentes con observación de Organismos Mundiales como la ONU y la CEE. Tal como lo pauta la Constitución de 1999 y hacer el traspaso sin traumas, sin derramamiento de sangre. Transición que debe de abrir paso a un Gobierno de Unidad Nacional, con un periodo presidencial corto, no más de cinco años, sin reelección absoluta. Proponiéndose sin perder tiempo  la reconstrucción del país, dinamizando el Aparato Productivo. Involucrando a las mejores voluntades, atraer a la diáspora, todo con la finalidad de conseguir el financiamiento de organismo multilaterales, afín de levantar un país y una sociedad destruida por la ineptitud y corrupción de la que hizo gala la fauna Chave-Madurista.

Este es el 54 Estado que ha vivido una hiperinflación, distorsión donde los regímenes han sido derrotados, produciendo las anheladas transiciones en lo económico y político. Venezuela no es la excepción, con una población que vive con dos dólares al día, cuyo ingreso diario es considerado por Naciones Unidas, como pobreza atroz o condenable, no puede resistir un semestre más, con una inflación reconocida por empresas de riesgo como de 15 mil por ciento  anual.


Es una encrucijada que debemos resolver, lo más pronto posible. El país se desintegra en las manos de este aspirante a Dictador. La torpeza de este señor y sus asesores cubanos de los tiempos de la guerra fría. Globalizaron el conflicto venezolano, hoy se habla en las cumbres de los amos del mundo del conflicto en Corea del Norte, el Yidaismo del Medio Oriente y el desgobierno venezolano.


Estamos viviendo los días finales de un régimen sin base social, que perdió la calle, que es repudiado y odiado por el 90 por ciento de la población, que su Partido político el PSUV, tiene un rechazo de un 70 por ciento. Este gobierno inepto que arruinó la quinta empresa petrolera del mundo y que sostenía a 16 Estado de 32 que hay en el Hemisferio. No puede seguir confiscándole estos espacios de poder a los venezolanos. Esta Satrapía que propicia el éxodo de jóvenes hacia el mundo, dejándonos sin Recursos Humanos y que podrían en una futura transición sacar al país de la postración en que está.

Este es el único país que vive una hiperinflación y puede salir de ella reconstruirse y ser nuevamente la envidia de América. Pero es un compromiso ante todos los venezolanos, salir de Nicolás Maduro y su Sistema político dictatorial. Por una razón muy simple. Es que no da pa más.

Abril de 2018




domingo, 8 de abril de 2018

EL PRIMER SANTO VENEZOLANO



Por: Juandemaro Querales

Con la excusa de escribir una biografía novelada sobre el Obispo Mártir: Salvador Montesdeoca. El escritor barines radicado en Valencia: José Napoleón Oropeza: nos deja una obra que integra una pentarquía de novelas como:”Las Redes de Siempre” (1976);”El Bosque de los Elegidos” (1986);”Las Hojas mas Ásperas” ; “Entre el Oro y la Carne”. La trágica vida de Felipe Pirela (1989):”La Guerra de los Caracoles” (1999); “Testamento de un Pájaro” (1999); “La Carta que Contenía Arena”(2003); y el “El Cielo Invertido” UCAB. Caracas. (2015).La obra que nos ocupa sobre el Siervo Caroreño, Monje Cartujo y con el nombre de Bernardo María, va a perecer fusilado por un pelotón Nazi el 6 de Septiembre de 1944 en la localidad de Monte Magno perteneciente a la ciudad de Lucca- Camaiaore.

Novela de estructura difícil, donde el antiguo promotor cultural y profesor universitario, se pasea sin caer en la biografía a secas. Tres historias que recogen tres momentos considerados de gran significación en la vida del segundo Obispo de Valencia: Presbítero: Salvador Montes de Oca. Se abarca el primer destierro. Segundo destierro, y cierra el juego de espejos, el fusilamiento por un comando NAZI de la SS, en el Monasterio de la Cartuja en Farneta, Italia.

Las historias de Eduardo Montes, alter ego del escritor, Presbítero Ignacio Andueza. El propio drama del Obispo Mártir, cuya actitud renovadora con el fin de oxigenar a una Iglesia fosilizada va a enfrentar a la larga y sanguinaria tiranía del General Juan Vicente Gómez. En aquella Venezuela pre-industrial el joven tonsurado tuvo que enfrentar las intrigas de una burguesía pueblerina, que creìa en el nepotismo y el origen dinástico, el personaje maléfico del Presbítero Joaquín Ariza Barraez, Secretario Privado y aspirante a encumbrar a su tío en el Solio catedralicio. Contrafigura que se convierte en la Némesis de Monseñor al fabricar la felonía que lleva a la expulsión del futuro monje, lo lanza a playas italianas y a su muerte en el convento en la Segunda Guerra Mundial.

Las tres historias coexisten dándole dinamismo al relato, para ello el autor y su alter ego: Eduardo Montes, emprenden un viaje que va desde la infancia del futuro Obispo, en la vieja y levítica Ciudad de Carora, donde absorbe en contacto con sus muros la espiritualidad característica del viejo asentamiento europeo en el Nuevo Mundo, influencia que le ha permitido darle varios mitrados a la Iglesia de Cristo. De manos del Obispo Aguedo Felipe Alvarado y en los claustros del viejo Seminario Divina Pastora de Barquisimeto, obtendrá su formación en cánones y filosofía, hasta su ordenación por parte del querido maestro Monseñor Aguedo Felipe Alvarado en la Iglesia de San Juan Bautista en la sultana del Morere.

La novela se estructura al través de un Manuscrito que recibe Eduardo Montes, en la ciudad andina de Valera, donde transcurre parte de su adolescencia. Aquí en su Catedral el Monaguillo Montes trata con el Presbítero Ignacio Andueza, amigo y compañero de estudios en el Colegio Pio Latino de Roma, del futuro segundo Obispo de Valencia. “Los Caballos Vencidos”, es la biografía inconclusa del Padre Ignacio Andueza, que se erige en el apuntador de la probable Biografía novelada. Las otras historias funcionan como agregados de una escritura mucho mayor, diseminada en un ejercicio de técnicas muy a la usanza de un escritor sabedor del oficio. Relato que queda colgando, es un hiato que no se cierra con el fusilamiento en Lucca- Camaiore, donde perece el Monge Don Bernardo María y 72 hermanos de la congregación a manos de la SS NAZI. Con el traslado de sus restos para ser sepultados en el Baptisterio de la Catedral de Valencia, apenas comienza el mito de su entrega a Dios, y culmine con la santificación de Monseñor Montes de Oca-

Lejos de las Biografías noveladas tradicionales, este texto expresa con maestría el grado de destreza y perfección alcanzado por un escritor consiente de su oficio. Texto pareado donde se mezclan su experiencia de escritor, sus fantasmas que lo acosan y sus enfrentamientos con los grandes misterios, que se desprenden cuando se profesa el cristianismo y se quiere asumir la vocación del sacerdocio. Todo confluye en una escogencia remota, escribir la biografía del futuro santo, y su expulsión del Seminario Mayor de Barquisimeto.
Dilema de fe, que el escritor omnisciente resuelve adentrándose en la vida mítica de iconos de carne y hueso, trabajados literariamente anteriormente, y un futuro santo que se enfrenta a un tirano que somete a un pueblo a las ergástula de las prisiones y las torturas bestiales de la Sagrada como aparato represivo de los Chácharos del hombre de la Mulera. 

Abril de 2018