Por: Juandemaro Querales
Acaba de morir en La Habana, después
de haber gobernado la mayor Isla de las Antillas, con mano de hierro durante
cincuenta años, el dictador cubano: Fidel Castro Rus.
Llegado al poder por la vía
insurreccional, después de una breve lucha guerrillera en el oriente cubano, en
el Sistema montañoso Occidental llamado Sierra Maestra. Aglutinados en el
movimiento del 26 de julio, el grupo de barbudos quienes desembarcaron en el
yate Granma, provenientes de México, donde recibieron entrenamiento militar de
forma clandestina; estos 60 hombres va a internarse en la montaña, para
desafiar y derrocar al General Fulgencio Batista, quien encabezaba un régimen
represivo y corrupto favorable a Estados Unidos. Después de una corta lucha en Oriente y Centro en la
Montaña del Escambray, donde el frente guerrillero lo capitaneaba el Comandante
Ernesto “che” Guevara, llegando el M-26 de julio al poder con la entrada de Fidel a la Habana en Agosto
de 1959.
Castro ya en el poder, comienza un
proceso de nacionalizaciones y expropiaciones de industrias e ingenios
azucareros de origen norteamericanos. Con lo que endurece su enfrentamiento con
su vecino y principal socio comercial. Paso seguido declara su revolución como socialista,
acercándose a la Unión Soviética. Periodo marcado por una estrecha dependencia
económica y militar con la superpotencia Euro-asiática; ingresando la Isla
caribeña al juego peligroso de la guerra fría. Situación diríamos colonial, con
momentos de gran pugnacidad, llevando incluso a estar al borde de un ataque
nuclear, crisis conocida como la de los misiles del año 1963, donde el mundo
estuvo a punto de desaparecer. Cohetes
con cabeza atómica introducidos de manera clandestina, fueron
desplegados por la URSS, apuntando a las principales ciudades y centros
neurálgicos de Estados Unidos. La actitud enérgica de John Kennedy, quien ordenó
bloquear la Isla dando un ultimátum de 72 horas, Nikita Krushev,Primer Ministro
de la Rusia Comunista, después de intensas negociaciones en las Naciones
Unidas, opta por retirar los cohetes de Cuba.
Fidel Castro hizo un gobierno
autoritario y militarista, dictadura que derivó en una Dinastía al estilo de Norcoreano;
cuando el Comandante cubano se encontró de
armas: Raúl Castro Rus. Continuismo que aleja toda posibilidad del
regreso a la democracia en la sufrida tierra de José Martí.
Para la Izquierda latinoamericana,
caracterizada por su atraso ideológico, este viejo guerrillero es considerado
un verdadero “santón” donde sus abominables crímenes son aceptados con
indulgencia, anteponiéndolo al otro sátrapa de derecha: Augusto Pinochet.
El velorio del longevo dictador,
parecía una misa negra, que después de recorrer 900 kilómetros por toda la
Isla, para enterrar sus cenizas en Santiago, segunda ciudad de Cuba y cuna del
Movimiento del 26 de Julio, en alusión al Asalto al Cuartel Moncada 9 años
antes del desembarco yate Granma. Ceremonia que reunió a todos los sacristanes
de la religión materialista. Aquellos rostros adustos y sin vida,
representantes del llamado Socialismo
del siglo XXI; quienes conformaron el populismo de izquierda que se enseñoreo
durante diez años en toda Latinoamérica. Experiencia fallida, donde hubo pocos
logros, ensayo barroco donde se copio todo los vicios de la derecha que ellos
anatemizaban mientras estuvieron en la oposición. Venezuela es el ejemplo màs
representativo de la gestión corrupta y desastrosa; cuando Hugo Chávez, puso a
disposición del sátrapa caribeño, la gran riqueza petrolera durante la última
bonanza que sobrevino a partir del 2004.
Con la muerte de este tirano,
dinosaurio que integró la galería de los grandes lideres del siglo XX; Latinoamérica
al fin entra al nuevo milenio, sin la amenaza de los demagogos populistas, cuya
predica es: cambiar una limosna por la libertad-
Diciembre de 2016
Ilustración: Andres Alves.
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