Escribir
así sea brevemente de un aquilatado hacedor de mundos imaginarios, de un
escritor ampliamente reconocido no es tan sencillo; más hoy en lo sucinto de
este espacio quiero referirme al Dr. Juandemaro Querales, protagonista de
episodios pasados de la ciudad, igual que su padre Juan Bautista. Juan llega
hoy a la edad de 65 años, una edad a la que le fueron huidizos sus
antepasados; como diría Blas Perozo
Juandemaro se mantiene altivo contra los azotes del tiempo, con la pluma en
ristre, o a lo Silvio Rodríguez, deshojando sueños en solitario.
Sorpresivamente el poeta no se rinde a las adversidades y su obra tiene eco en
las redes sociales; es uno de los autores venezolanos que aparece en la antología
en digital: https://poetassigloveintiuno.blogspot.com/, donde aparecen 19.000
autores a nivel universal, cuyo editor es el reconocido Fernando Sabido
Sánchez. Su nueva estadía en Carora
transcurre de libro en libro, de tertulia en tertulia. Por cierto están
invitados. ¿A su cumpleaños? No hay invitación formal; están invitados todos
los viernes al Ateneo de Carora, allí el Dr. Juandemaro Querales dicta en horas
de la tarde, una especialización en literatura.
(William Villanueva, en Enfoques Larenses- Martes 30 de agosto de 2016)
Un enfoque de la Literatura Colombiana Estudio Crítico Bajo la Perspectiva de Juandemaro Querales
Autor: Profesor/Poeta: Freddy J. Angulo Lozada
Buenas
noches a todas y a todos. No sabría manifestar porque no somos diligentes en la
búsqueda de nuestros tesoros, pero tampoco podría explicar la razón por la que,
una vez hallados, no somos peregrinos en divulgar la noticia. El estudio
crítico no es una excepción: coincidimos propios y extraños sobre su
apreciación más allá de las fronteras, y sin embargo no hacemos de ella una de
nuestra carta magna de presentación. Esto sería una razón suficiente para
atender a la invitación que nos extendiera amistosamente a este manifiesto
significativo. A esteXXXVI Encuentro Internacional de Escritores de
Chiquinquirá, Boyacá-Colombia, que tiene como lema “Porque la palabra nos hace
ciudadanos del mundo”, homenajeando al Escritor Venezolano Juandemaro
QueralesNacido en Carora, Estado Lara, País Venezuela, hijo de Juan Bautista
Querales y Hilda Álvarez, es parte de una familia numerosa de seis hermanos.
Pasó su infancia y adolescencia entre Barquisimeto y Carora, esta última formó
el futuro del escritor una sensación de pertenencia a algo que es tan fuerte
que vuelves para radicarte entre sus muros; es como la Alejandría de Kavafis
trasladado al Caribe Guajiro como lo expresara Gabriel García Márquez,
Es
de recibirse este nuevo tributo y celebrarse con caluroso jubilo simbólico, en
sus diferentes obras literarias, que han influencia notablemente en el mundo
del quehacer literario como intelectual, con trayectoria humanística y
espiritual; con sus aportes como investigador e indagador de la historia como
esta, que hoy nos hace congregarnos en este celebre recinto de las ideas
trasformadoras, que nos permite la palabra oral o escrita, con su pensamiento, ha
influenciado a un conglomerado de generaciones en las Universidades y Colegios
de los diferentes e importantes Departamentos Venezolanos y Neogranadinos.
Al
sumergirse en el vaivén de sus signos armónicos de exteriorizada mirada
retórica, de este compendio de estudios prodigiosos de la psiquis creativa de
la pasión literaria colombiana, que conjuga esencias góticas y gregorianas del
siglo XX y comienzos de un cambiante y fluctuante siglo XXI, que apenas avanza,
a duras penas con luchas e influyentes avances. La literatura colombiana
siempre ha sido distinguida por el umbral del Universo del habla
Latinoamericano, Caribeño, europeo y Anglosajón, por su narrativa, prosa y
poética, ya sea de tilde sociales, romántico, histórico, ensayístico, y el
teatral. En cada una de estos géneros se ha de expresar, las razones y motivos
de la coexistencia humana, por elresurgimiento social de nuestra dos naciones,
la lucha indispensable de nuestra amistad y con estas ciencias del saber del
espíritu creativo, ellas nos van a incursionar, en nuestra interacción
coloquial como deudos de un mismo patio originario, en esto incluye la belleza
y riquezas naturales, que este territorio nos ofrece libremente.
Se
nos presenta a pie de puerta, este nuevo preludio al hecho investigador de las
corrientes del pensamiento filosófico, ya que este hijo acogido con raíces
profundas, nos propone una óptica renovada con baluarte sagaces, sobre este
suelo de esta nación, además nos adentramos a su mundo multicontinental como un
encuentro fraterno de dos tierras hermanas de un mismo Padre insigne (El
Libertador Simón Bolívar), en estos trayectos nos permitan tener un horizonte
menos bifurcante al paradigma mitológico de nuestras culturas originarias, de
lo que somos y de lo que vamos siendo y seremos, es de hacer realzar que este
hecho, nos marca e invita significativamente a la unidad de nuestras voces
narrativas, críticas y poéticas.
En
cada una de estas voraces líneas agudas de este autor, se puede evidencia su
elegante y arduo ejercicio artístico, en el cual debemos de navegar en sus
sendas, no como simples capitanes, sin riveras de fragatas, sin curvas. Este
Sócrates de resolanas áridas, nos permite corresponder a sus deslumbrantes
ideas,atribuidas de substancias inmutables, ahora bien con estos bosquejo
podemos deleitarnos francamente a una visión más amplia de la senda fluvial de
importancia cabalgalistica de esta literatura colombo-venezolana, que enriquece
a esta nación con este género perceptivo. Han de expresar las deferentes
locuciones donde vamos envueltos a la belleza natural de lo inverosímil de la
riqueza intima de la preservación sempiterna de la palabra, hecha musa viva,
que nos nutre e inspira con su fuego voraz, que nos consume en nuestro oficio
de escritor, para congraciar sobre todo las bondades de este territorio
enigmático y glorioso, que nos exige, en cada momento de nuestra dedicación
leal y fiel, en nuestro trabajo arduo creativo.
Ha
de ser esto, el pilar de las nuevas erudiciones liricas, tildadas de hermandad
y cargadas de un espíritu alentador, para forjar un espíritu luchador, sobre
esta patria bañada de brumosa frescura y paz. Sea este un relator de nosotros
entre generaciones y generaciones jóvenes, que nos acerque y nos hermane cada
día por día más y más, la cita introductoria, es ahora en este momento, con
este nuevo impulso, que nos acerca, a sus distinguidas narraciones ontológicas y
fenomenológicas, con esencias ensayística, histórica, religiosa, costumbrista y
retoricas, en lo orfebre y místico de lo humano, con todo esto, me he ocupado
fiel y oficioso para mí arenga en este loable evento, ya que es como un
cuchillo muy afilado, con un mango de nácar y una punta que parece un diamante,
que corta con doblajes, de doble filo, dejando un dolor punzo penetrante en
nuestro adentros creador.
Cita:
Juan de Castellanos cronista en verso. Gran Enciclopedia de Colombia, Círculo
de Lectores, 1992, volumen 4, por María Teresa Cristina.
29
de Septiembre 2015
Chiquinquirá-Boyacá-Colombia.
7:00
pm
Y
finalmente, recitaré un extracto que seleccioné de Juan de Castellanos cronista
y poeta español, un fragmento de sus “Elegías” da inicio a la literatura en el
siglo XVI donde narra en forma poética los casos dolorosos, hazañas y
costumbres de la época de la conquista.
“¡Tierra
buena, tierra buena!
¡Tierra
que pone fin a nuestra pena.
Tierra
de oro, tierra bastecida,
tierra
para hacer perpetua casa,
tierra
con abundancia de comida,
tierra
de grandes pueblos, tierra rasa
tierra
donde se ve gente vestida,
y a
sus tiempos no sabe mal la brasa;
tierra
de bendición, clara y serena,
tierra
que pone fin a nuestra pena!
A
todos y todas los presentes muchas gracias.
Discurso
pronunciado en la Sala de Conferencias Juan Pablo II. 9.35 PM
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